domingo, 26 de agosto de 2012

Algo huele mal en Uruguay ¿ es la Naranja Mecánica?











Por estas tierras tranquilas y en otros tiempos dicen, que ensoñadoras, con mucho y bueno de aldea conforme y satisfecha en la digestión tranquila de su historia y circunstancias, así mismo conforme  contenida en  su medida y  en su tamaño, y si se quiere,  hasta presumida y  orgullosa de su relativa pequeñez comparadas a la luz de sus logros como sociedad,  ha recibido ultimamente en sus playas , señales y síntomas  de  contaminación y contagio   de ese fenómeno social , la transgresión de la ley y/o su desobediencia,  que convertida en  criminalidad, nos acerca sus consecuencias , los miedos. También incorpora como asunto cotidiano,  la inseguridad y sus  incertidumbres  y los pesares y angustias de ese algo ominoso devenido en distintas formas de amenazas y en episodios de  violencia  .

No es descabellado opinar que en un quizás lógico,   han desembarcado en estas orillas,  en principio y en razones   de préstamos de cercanías, provenientes desde el exceso y la excedencia  del deslumbrante  Brasil y la exuberante Argentina,  enormes y a los efectos de estas reflexiones, peligrosamente próximos . 

Pero hacerlo así de simple, sería no solo injusto, sino también poco serio. Nuestros vecinos, además de inocentes en tal sentido, son a su vez espejos reflejantes y dolidos,  de realidades cada vez menos lejanas y cada vez menos culturalmente descompartimentadas desde esta propagación planetaria de cultura que se usa y es correcto  llamar globalización.

Tales temas, el tratamiento de tales asuntos, jerarquizar los mismos al nivel de otros hechos sociales, permitirle  ingreso al docto mundo académico, no parecía  tan solamente unos pocas décadas atrás, algo posible, es decir,  hasta hace muy poco tiempo eran temas ajenos y totalmente ausentes en la  atención académica y menos aún a cualquier apronte de  investigación cualitativa desde desde la Antropología Social y Cultural . Se le miraba, se le pretendía, se lo reducía, a temas periodísticos,  más o menos especializados en  los medios de comunicación masiva.

Pocos operadores de las disciplinas sociales clásicas,  tomaban como tesis básicas de análisis y objeto de investigación estos temas que parecían a priori  carecer de linaje intelectual suficiente para justificar su abordaje.  

En América Latina el estudio de la violencia, en los años políticamente difíciles de los 70s, fueron más bien tímidos ,  y  como ya hemos señalado se destaca la ausencia de  estudio acerca del creciente fenómeno  de la violencia urbana  en cualesquiera fueran los escenarios  universitarios,  desde esta situación social es que se fue lentamente gestando e incorporando al discurso cotidiano una realidad no demasiado  definida  llamada seguridad urbana  y  más tarde tomando texto proveniente del mundo norteño y sajón, específicamente se empieza a hablar  de la seguridad ciudadana,   concepto que nos llega prestado y construido desde  los estudios pioneros hechos en América del Norte  y que como tales , sin otros análisis,  se le asimiló rápidamente por estas latitudes y así se los denomina  (de denotar)  y  concibe (de connotar) en la actualidad en todos los discursos públicos. 

Construcciones semánticas con fuerte discurso de verdad, y  que en su esfuerzo por denominar lo hacen con tal amplitud que es difícil establecer sus alcances.

Hace a  Canadá,  en el año 1972 en ocasión del Tercer Seminario del Centro Internacional de Criminología Comparada con sede en Montreal, que nos encontremos con títulos temáticos tales como:   «Los aspectos criminógenos y los fenómenos de violencia en los grandes centros urbanos» .

No tengo conocimiento de  profesionales nacionales   que  entonces asistieran o participaran del mismo ni que se produjera por estas tierras, literatura científica alguna  acerca de los resultados del encuentro.

Entre otras cosas porque eran tiempos aquellos de la seguridad nacional total operada  desde  gobiernos totalitarios y  de facto, en permanente  atropello de  la ley y  los derechos humanos, produciendo desde esos parámetros de eficacia incuestionables y sin necesidad de mayores preocupaciones  sociales o académicas ,  escenarios de excelente Seguridad Pública Interna. 

Desde entonces , han ocurrido muchas cosas que repercutieron en la forma de abordar la problemática de la violencia y sus consecuencias. Dentro de ese haz de nuevas circunstancias, no es menor, la importancia que ha tomado en el imaginario social y las presiones que esto ejerce sobre la clase política desde  su masa electoral y los Gobiernos  desde todo el conjunto de  los ciudadanos, la exigencia de medidas que combatan un miedo social cada vez mayor y acentuado.  

Hoy está claro en la mayoría de  los autores y actores interesados, quizá lo único que acerca del tema es un bien común de claridad : 

Desde las  décadas últimas  del s.XX,  la criminalidad  , sus causas y efectos han ocupado en forma acelerada y exponencial, espacio en la agenda política y académica y se ha convertido en uno de los principales temas-eje de cuanta campaña electoral y en la preocupación de los científicos sociales bajo el  rótulo que estimamos desacertado de seguridad , preferimos ir a las fuentes del problema y fijar la atención en la criminalidad y sus causas.

 Algunos eventos diversos, han  ido tímidamente  asomando últimamente  en el  escenario académico nativo. Mayormente convocados desde el Ministerio del Interior, en forma de  seminarios, congresos y foros , en los cuales abordan  el tema de la seguridad ciudadana, como ha dado en llamarse por estas tierras en los últimos años, lo que otrora fuera el Orden Público o la Seguridad Pública.


 

Recordamos aquí lo señalado por el criminólogo norteamericano Jerome Skolnick, a comienzos de los 70, y que  resulta  pertinente:

[...] "La violencia es un término ambiguo cuyo significado es establecido a través de procesos políticos. Los tipos de hechos que se clasifican varían de acuerdo a quién suministra la definición y quién tiene mayores recursos para difundir y hacer que se aplique su decisión"[...]


En el marco de los escenarios modernos se puede hablar de violencias de distinto orden: políticas (guerrilla, huelgas, etc.); las violencias económicas con origen en luchas de poder por  los mercados ilegales de drogas, etc.; las violencias intrafamiliares y la violencia  general, que produce el delito común , y que  en su cotidianeidad y proximidad, traen temor  a la ciudadanía  y cuyas causas  se caracterizan por ser difusas y multicausales. También es cierto, que todas las causas de   violencia pueden actuar interrelacionadamente, con lo cual se complica aún más su comprensión . Pero un hecho es absolutamente  cierto. Cuando nos aproximamos a observar el tema, salta a la vista que afrontamos  una de las manifestaciones más importantes del deterioro de la calidad de vida de los habitantes de las ciudades contemporáneas, tanto sean de los mundos denominados desarrollados y los no tanto. 
América Latina no es una excepción y los problemas son, por más que  desiguales en su importancia y diversos en su construcción ,según sea el país a estudio,igualmente han adquirido una importancia que hace que esté presente en las preocupaciones de todos los gobiernos  de la región.

La seguridad

El concepto “seguridad”  en sí mismo no aporta  claridad  y admite  diversas interpretaciones  que hacen a su contenido:  Seguridad personal, individual, pública, urbana, ciudadana, humana, etc., sin olvidar la llamada seguridad nacional invocada en  los años 80 por los regímenes no democráticos instalados en casi toda América del Sur, y que tomaron este concepto por doctrina, un concepto esquivo, difuso y muchas veces ininteligible.

Conclusión

Este trabajo no alienta pretensión de  analizar a fondo la dimensión subjetiva de lo que se ha impuesto desde el discurso oficial como inseguridad ciudadana. Se trata de un tema  complejo en sus causas y que amerita profunda investigación y estudio que esperemos que a nivel nacional se emprenda cuanto antes.


El miedo, o la sensación de inseguridad, puede tener o no bases concretas y reales, pero normalmente es confuso, profuso y difuso ya que nace a  nivel de las emociones . 

Bien es cierto asi mismo que  en los últimos años se ha desarrollado desde múltiples causas,  una conciencia colectiva de inseguridad , que determina una   construcción social de   vida cotidiana plena de amenazas y   llena de riesgos.

Tomamos del  brasileño Sergio Adorno por su claridad conceptual y fineza en la definición  y de su obra La criminalidad violenta urbana en Brasil:

[...] “En un espacio de 30 años hemos transitado de una crónica del delito como excepción a una crónica del delito como cotidianidad... las imágenes de pureza son sustituidas por las de peligro permanente e inminente”[...]

Nos parece una muy justa interpretación de lo que refleja la vida cotidiana de los uruguayos por estos días.

 En estos días y es causa y disparador de estas reflexiones, versiones periodísticas han hablado de la inminente  entrada en acción de los "duros" de la policía, refiriéndose a versiones oficiales, que informan la decisión de utilizar  cuadros policiales especialmente entrenados para intervenir en situación extremas de necesidad del uso de fuerza letal, en tareas de vigilancia y prevención.  

La  preocupación  la trae el adjetivo.

Mantener el Orden Público, que es eso de lo que se trata, hace a la Ley y al respeto de esta. No hace a que haya funcionarios encargados de hacerla cumplir que sean duros o blandos.

Dura lex, sed lex...decía el latino, y es por demás claro y explícito. 

La ley es dura, pero es la ley. 

No compete a funcionario alguno emplear comportamientos  ni duros ni blandos para hacer honor a esas normas que construyen nuestra armonía. Simplemente honrarlas,  haciéndolas acatar  por todos.



Lo del título, preocupa, excita , analizar, prever para impedir,  cuan lejos o cuan cerca estamos de una solución a lo  Naranja Mecánica.

O   de un policiamiento de la realidad social de los barrios pobres  desde los tristemente célebres operativos "rastrillos" "peines" y tantos malditos y eternamente maldecidos procedimientos de aquellos tiempos de los cuales no quiero acordarme . Hoy parece ser que el Estado se arma y organiza para una guerra interna, donde los enemigos son conciudadanos, que aun cuando no  se porten debidamente, lo seguirán siendo. El destierro y otras medidas punitivas, no existen en la sociedad moderna.

No parecen  ser lo más adecuado, estos aprontes y planteos bélicos, ni operativos de neto corte militar al interior de una sociedad como la nuestra, que bien supimos como funciona la ecuación de  mayor seguridad  menor libertad. Es obligación de los gobernantes encontrar soluciones. Siempre pienso que frente a un problema, para su solución debo usar la inteligencia. La fuerza no soluciona, elimina.

La escena  no  es en Irak. Es Uruguay,  la otrora Suiza de América. La Guardia "Republicana" posando para la foto.


"La Guardia Republicana participará en operativos de envergadura en barrios junto con la Policía capitalina y en controles diurnos de avenidas. Se harán revisiones de personas" 

Copete del Diario El País.Uruguay


 




Extractos tomados del diario El País. Uruguay. Nota periodística de  Eduaro BARRENECHE.

"[...]La Jefatura de Montevideo y la Guardia Republicana realizarán operativos diurnos y patrullajes en las calles de la capital que incluirán revisiones de personas sospechosas de haber cometido un delito."En el correr de este año y en parte del próximo se harán, en conjunto con la Guardia Republicana, operativos de prevención y disuasión de delitos en todo Montevideo"dijo a El País el jefe de Policía de Montevideo, inspector mayor (r), Diego Fernández quien dijo que efectivos de la Jefatura y de la Guardia Republicana participarán en dos tipos de acciones: pequeños procedimientos simultáneos de controles de avenidas y calles en distintos puntos de la ciudad, y operativos "más firmes" donde se desplegarán más efectivos en barrios donde "hay mayores problemas de convivencia".




La Guardia Republicana tiene alcance nacional. Se trata de un cuerpo policial de choque especialmente adiestrada y con una disciplina que se acerca a la militar. En las dos gestiones del Frente Amplio, oficiales formados en esta repartición policial han ganado cada vez más espacio dentro de la Policía.

En el presupuesto para el próximo año, el gobierno pretende consolidar a la Guardia Republicana, unificando coraceros y granaderos como una unidad de alcance nacional separada de la Jefatura de Montevideo, con dependencia directa del Ministerio del Interior, dijo el martes 17 el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, en la Comisión de Presupuesto de Diputados.
    





Fernández (jefe de policía) hizo hincapié en que estos procedimientos de disuasión y prevención de delitos de la Jefatura de Montevideo y la Guardia Republicana no se instrumentarán al azar sino que se aplicarán "en puntos calientes" de la ciudad donde se constató la concentración de ilícitos[...]".