Otro modelo de convivencia
Hacia una sociedad de policiamiento
cero
Primera nota
Son tiempos estos donde es absolutamente difícil evitar al
miedo.
Extraño y duro sentimiento a tener de compañero inseparable e inevitable en estos tiempos espléndidos en comunicación y exuberantes en tecnología.
Pareciera a la simple mirada ingenua de mera cotidianidad, que “la aldea” ha sido superada en sus vallados protectores y fracasada la calidad de las ofrendas a sus dioses protectores. El enemigo, el causante de todos y tanto miedo, ha sorteado pareciera los cercados, evitado los fuegos protectores y los dioses no han hecho favor de los sacrificios ofrecidos. Nos han por tanto, invadido.
fotografía de autor. j.n.viana |
El hombre está entonces
desvalido. Mira perplejo sus manos vacías. Pero aún peor, está solo. Quizá como nunca en toda la rica
historia de su evolución . Solo en un selva de la cual no conoce senderos ni controla sus leyes.
El miedo ha perdido su antiguo
espacio en la individualidad para transformarse en peregrino que ronda sin
cesar al interior de la sociedad real, cotidiana y doméstica que constituye
nuestro hábitat.
Algo peor, lo hemos aceptado como
vecino. Hemos dejado que allí se instale y habite. Hemos subido en mezquina y aún peor e ineficaz medida defensiva , los portones
levadizos de nuestras existencias, y nos hemos convertido en seres ausentes,
invisibles, insociales. Toda la tecnología a nuestro servicio, está en
porcentaje mayúsculo al servicio de esos nuestro miedos post-postmodernos.
Desde nuestros habitáculos
creemos ingenua y absurdamente comunicarnos a través de un mundo inmaterial y
por tanto inhumano, que transporta nuestras imágenes, nuestras voces, nuestras
emociones realizadas en palabras, y por tanto carentes del matiz de sus colores.
La especie quizá no peligra. Aún. Pero si tengo predisposición a
creer que peligra la cultura predominante. En su diversidad. La globalización,
autopista como ninguna otra para facilitar al miedo su viaje a través del planeta , hace
que todos los hombres, sin importar que modelo de cultura carguen sus vidas, corran actualmente el mismo riesgo.
Que es multicausal y por tanto complejo a la disección reflexiva.
fotografía de autor: j.n.viana
Tampoco es el momento que
persigue este texto de encontrarnos hoy a discutir diagnósticos. Hoy siento que
angustiado me detuve en cualquier esquina, en cualquier momento de los tantos relojes, en
cualquier tiempo de los tantos que nos acechan, y quise tomar del brazo a mis
congéneres transeúntes y advertirles que el miedo que portan está quebrando sus espaldas con la misma
pesada carga que de antiguo dobló tanta espalda esclavizada.
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