Por
estas tierras tranquilas y en otros tiempos dicen, que ensoñadoras, con mucho y bueno de aldea
conforme y satisfecha en la digestión tranquila de su historia y circunstancias, así mismo conforme contenida en su medida y en su
tamaño, y si se quiere, hasta presumida y orgullosa de su relativa pequeñez comparadas a la luz de sus logros como sociedad, ha recibido ultimamente en sus playas , señales y síntomas de contaminación y contagio de ese fenómeno social , la transgresión de la ley y/o su desobediencia, que convertida en criminalidad, nos acerca sus consecuencias , los miedos. También incorpora como asunto cotidiano, la inseguridad y sus incertidumbres y los pesares y angustias de ese algo ominoso devenido en distintas formas de amenazas y en episodios de violencia .
No es descabellado opinar que en un quizás lógico, han desembarcado en estas orillas, en principio y en razones de préstamos de cercanías, provenientes desde el exceso y la excedencia del deslumbrante Brasil y la exuberante Argentina, enormes y a los efectos de estas reflexiones, peligrosamente próximos .
Pero hacerlo así de simple, sería no solo injusto, sino también poco serio. Nuestros vecinos, además de inocentes en tal sentido, son a su vez espejos reflejantes y dolidos, de realidades cada vez menos lejanas y cada vez menos culturalmente descompartimentadas desde esta propagación planetaria de cultura que se usa y es correcto llamar globalización.
Tales temas, el tratamiento de tales asuntos, jerarquizar los mismos al nivel de otros hechos sociales, permitirle ingreso al docto mundo académico, no parecía tan solamente unos pocas décadas atrás, algo posible, es decir, hasta hace muy poco tiempo eran temas ajenos y totalmente ausentes en la atención académica y menos aún a cualquier apronte de investigación cualitativa desde desde la Antropología Social y Cultural . Se le miraba, se le pretendía, se lo reducía, a temas periodísticos, más o menos especializados en los medios de comunicación masiva.
No es descabellado opinar que en un quizás lógico, han desembarcado en estas orillas, en principio y en razones de préstamos de cercanías, provenientes desde el exceso y la excedencia del deslumbrante Brasil y la exuberante Argentina, enormes y a los efectos de estas reflexiones, peligrosamente próximos .
Pero hacerlo así de simple, sería no solo injusto, sino también poco serio. Nuestros vecinos, además de inocentes en tal sentido, son a su vez espejos reflejantes y dolidos, de realidades cada vez menos lejanas y cada vez menos culturalmente descompartimentadas desde esta propagación planetaria de cultura que se usa y es correcto llamar globalización.
Tales temas, el tratamiento de tales asuntos, jerarquizar los mismos al nivel de otros hechos sociales, permitirle ingreso al docto mundo académico, no parecía tan solamente unos pocas décadas atrás, algo posible, es decir, hasta hace muy poco tiempo eran temas ajenos y totalmente ausentes en la atención académica y menos aún a cualquier apronte de investigación cualitativa desde desde la Antropología Social y Cultural . Se le miraba, se le pretendía, se lo reducía, a temas periodísticos, más o menos especializados en los medios de comunicación masiva.
Pocos
operadores de las disciplinas sociales clásicas, tomaban como tesis básicas de análisis y
objeto de investigación estos temas que parecían a priori carecer de linaje intelectual suficiente para
justificar su abordaje.
En América Latina el estudio de la violencia, en los años políticamente
difíciles de los 70s, fueron más bien tímidos , y como ya hemos señalado se destaca la ausencia de estudio acerca del creciente fenómeno de la violencia urbana
en cualesquiera fueran los escenarios universitarios, desde esta situación social es que se fue lentamente gestando e incorporando al discurso
cotidiano una realidad no demasiado definida llamada seguridad urbana y más tarde tomando texto proveniente del mundo
norteño y sajón, específicamente se empieza a hablar de la seguridad ciudadana, concepto que nos llega prestado y construido desde los estudios pioneros hechos en América del Norte y que como tales , sin otros análisis, se le
asimiló rápidamente por estas latitudes y así se los denomina (de denotar) y concibe (de connotar) en la actualidad en todos los discursos públicos.
Construcciones semánticas con fuerte discurso de verdad, y que en su esfuerzo por denominar lo hacen con tal amplitud que es difícil establecer sus alcances.
Construcciones semánticas con fuerte discurso de verdad, y que en su esfuerzo por denominar lo hacen con tal amplitud que es difícil establecer sus alcances.
Hace a Canadá, en el año 1972 en ocasión del Tercer Seminario del Centro Internacional de Criminología Comparada con sede en Montreal, que nos encontremos con títulos temáticos tales como: «Los aspectos criminógenos y los fenómenos de violencia en los grandes centros urbanos» .
No tengo conocimiento de profesionales nacionales que entonces asistieran o participaran del mismo ni que se produjera por estas tierras, literatura científica alguna acerca de los resultados del encuentro.
Entre otras cosas porque eran tiempos aquellos de la seguridad nacional total operada desde gobiernos totalitarios y de facto, en permanente atropello de la ley y los derechos humanos, produciendo desde esos parámetros de eficacia incuestionables y sin necesidad de mayores preocupaciones sociales o académicas , escenarios de excelente Seguridad Pública Interna.
Desde entonces , han ocurrido muchas cosas que repercutieron en la forma
de abordar la problemática de la violencia y sus consecuencias. Dentro de
ese haz de nuevas circunstancias, no es menor, la importancia que ha tomado en
el imaginario social y las presiones que esto ejerce sobre la clase política desde su masa electoral y los Gobiernos desde todo el conjunto de los ciudadanos, la
exigencia de medidas que combatan un miedo social cada vez mayor y
acentuado.
Hoy está claro en la mayoría de los autores y actores interesados, quizá lo único que acerca del tema es un bien común de claridad :
Desde las décadas últimas del s.XX, la criminalidad , sus causas y efectos han ocupado en forma acelerada y exponencial, espacio en la agenda política y académica y se ha convertido en uno de los principales temas-eje de cuanta campaña electoral y en la preocupación de los científicos sociales bajo el rótulo que estimamos desacertado de seguridad , preferimos ir a las fuentes del problema y fijar la atención en la criminalidad y sus causas.
Hoy está claro en la mayoría de los autores y actores interesados, quizá lo único que acerca del tema es un bien común de claridad :
Desde las décadas últimas del s.XX, la criminalidad , sus causas y efectos han ocupado en forma acelerada y exponencial, espacio en la agenda política y académica y se ha convertido en uno de los principales temas-eje de cuanta campaña electoral y en la preocupación de los científicos sociales bajo el rótulo que estimamos desacertado de seguridad , preferimos ir a las fuentes del problema y fijar la atención en la criminalidad y sus causas.
Algunos eventos diversos, han ido tímidamente asomando últimamente en el
escenario académico nativo. Mayormente convocados desde el
Ministerio del Interior, en forma de seminarios,
congresos y foros , en los cuales abordan el tema de la seguridad ciudadana,
como ha dado en llamarse por estas tierras en los últimos años, lo que otrora fuera el Orden Público
o la Seguridad Pública.
Recordamos aquí lo
señalado por el criminólogo norteamericano Jerome Skolnick, a comienzos de los
70, y que resulta pertinente:
[...] "La violencia es un término
ambiguo cuyo significado es establecido a través de procesos políticos. Los
tipos de hechos que se clasifican varían de acuerdo a quién suministra la
definición y quién tiene mayores recursos para difundir y hacer que se aplique
su decisión"[...]
En el marco de los escenarios modernos se puede hablar de violencias de
distinto orden: políticas (guerrilla, huelgas, etc.); las violencias económicas
con origen en luchas de poder por los
mercados ilegales de drogas, etc.; las violencias intrafamiliares y la
violencia general, que produce el delito común , y que en su cotidianeidad y proximidad, traen temor a la ciudadanía y cuyas causas se caracterizan por ser difusas y multicausales.
También es cierto, que todas las causas de violencia pueden actuar interrelacionadamente,
con lo cual se complica aún más su comprensión . Pero un hecho es absolutamente
cierto. Cuando nos aproximamos a observar
el tema, salta a la vista que afrontamos una de las manifestaciones más importantes del
deterioro de la calidad de vida de los habitantes de las ciudades
contemporáneas, tanto sean de los mundos denominados desarrollados y los no tanto.
América Latina no es una excepción y los problemas son, por más que desiguales en su importancia y diversos en su construcción ,según sea el país a estudio,igualmente han adquirido una importancia que hace que esté presente en las preocupaciones de todos los gobiernos de la región.
América Latina no es una excepción y los problemas son, por más que desiguales en su importancia y diversos en su construcción ,según sea el país a estudio,igualmente han adquirido una importancia que hace que esté presente en las preocupaciones de todos los gobiernos de la región.
La seguridad
El concepto “seguridad” en sí mismo no aporta claridad y admite diversas interpretaciones que hacen a su contenido: Seguridad personal,
individual, pública, urbana, ciudadana, humana, etc., sin olvidar la llamada seguridad
nacional invocada en los años 80 por los
regímenes no democráticos instalados en casi toda América del Sur, y que tomaron
este concepto por doctrina, un concepto esquivo, difuso y muchas veces ininteligible.
Conclusión
Este trabajo no alienta pretensión de analizar a fondo la dimensión subjetiva de lo que se ha impuesto desde el discurso oficial como inseguridad ciudadana. Se trata de un tema complejo en sus causas y que amerita profunda investigación y estudio que esperemos que a nivel nacional se emprenda cuanto antes.
El miedo, o la sensación de inseguridad, puede tener o no bases concretas y reales, pero normalmente es confuso, profuso y difuso ya que nace a nivel de las emociones .
Bien es cierto asi mismo que en los últimos años se ha desarrollado desde múltiples causas, una conciencia colectiva de inseguridad , que determina una construcción social de vida cotidiana plena de amenazas y llena de riesgos.
Tomamos del
brasileño Sergio Adorno por su claridad conceptual y fineza en la definición y de su obra La criminalidad
violenta urbana en Brasil:
[...] “En un espacio de 30 años
hemos transitado de una crónica del delito como excepción a una crónica del
delito como cotidianidad... las imágenes de pureza son sustituidas por las de
peligro permanente e inminente”[...]
Nos parece una muy justa interpretación de lo que refleja la vida
cotidiana de los uruguayos por estos días.
En estos días y es causa y disparador de estas reflexiones, versiones periodísticas han hablado de la inminente entrada en acción de los "duros" de la policía, refiriéndose a versiones oficiales, que informan la decisión de utilizar cuadros policiales especialmente entrenados para intervenir en situación extremas de necesidad del uso de fuerza letal, en tareas de vigilancia y prevención.
La preocupación la trae el adjetivo.
La preocupación la trae el adjetivo.
Mantener el Orden Público, que es eso de lo que se trata, hace a la Ley y al respeto de esta. No hace a que haya funcionarios encargados de hacerla cumplir que sean duros o blandos.
Dura lex, sed lex...decía el latino, y es por demás claro y explícito.
La ley es dura, pero es la ley.
No compete a funcionario alguno emplear comportamientos ni duros ni blandos para hacer honor a esas normas que construyen nuestra armonía. Simplemente honrarlas, haciéndolas acatar por todos.
Lo del título, preocupa, excita , analizar, prever para impedir, cuan lejos o cuan cerca estamos de una solución a lo Naranja Mecánica.
O de un policiamiento de la realidad social de los barrios pobres desde los tristemente célebres operativos "rastrillos" "peines" y tantos malditos y eternamente maldecidos procedimientos de aquellos tiempos de los cuales no quiero acordarme . Hoy parece ser que el Estado se arma y organiza para una guerra interna, donde los enemigos son conciudadanos, que aun cuando no se porten debidamente, lo seguirán siendo. El destierro y otras medidas punitivas, no existen en la sociedad moderna.
No parecen ser lo más adecuado, estos aprontes y planteos bélicos, ni operativos de neto corte militar al interior de una sociedad como la nuestra, que bien supimos como funciona la ecuación de mayor seguridad menor libertad. Es obligación de los gobernantes encontrar soluciones. Siempre pienso que frente a un problema, para su solución debo usar la inteligencia. La fuerza no soluciona, elimina.
O de un policiamiento de la realidad social de los barrios pobres desde los tristemente célebres operativos "rastrillos" "peines" y tantos malditos y eternamente maldecidos procedimientos de aquellos tiempos de los cuales no quiero acordarme . Hoy parece ser que el Estado se arma y organiza para una guerra interna, donde los enemigos son conciudadanos, que aun cuando no se porten debidamente, lo seguirán siendo. El destierro y otras medidas punitivas, no existen en la sociedad moderna.
No parecen ser lo más adecuado, estos aprontes y planteos bélicos, ni operativos de neto corte militar al interior de una sociedad como la nuestra, que bien supimos como funciona la ecuación de mayor seguridad menor libertad. Es obligación de los gobernantes encontrar soluciones. Siempre pienso que frente a un problema, para su solución debo usar la inteligencia. La fuerza no soluciona, elimina.
La escena no es en Irak. Es Uruguay, la otrora Suiza de América. La Guardia "Republicana" posando para la foto. |
"La Guardia Republicana
participará en operativos de envergadura en barrios junto con la Policía
capitalina y en controles diurnos de avenidas. Se harán revisiones de
personas"
Copete del Diario El País.Uruguay
Copete del Diario El País.Uruguay
Extractos tomados del diario El País. Uruguay. Nota periodística de Eduaro BARRENECHE.
"[...]La Jefatura de Montevideo y la Guardia Republicana realizarán operativos diurnos y patrullajes en las calles de la capital que incluirán revisiones de personas sospechosas de haber cometido un delito."En el correr de este año y en parte del próximo se harán, en conjunto con la Guardia Republicana, operativos de prevención y disuasión de delitos en todo Montevideo"dijo a El País el jefe de Policía de Montevideo, inspector mayor (r), Diego Fernández quien dijo que efectivos de la Jefatura y de la Guardia Republicana participarán en dos tipos de acciones: pequeños procedimientos simultáneos de controles de avenidas y calles en distintos puntos de la ciudad, y operativos "más firmes" donde se desplegarán más efectivos en barrios donde "hay mayores problemas de convivencia".
La Guardia Republicana tiene alcance nacional. Se trata de un cuerpo policial de choque especialmente adiestrada y con una disciplina que se acerca a la militar. En las dos gestiones del Frente Amplio, oficiales formados en esta repartición policial han ganado cada vez más espacio dentro de la Policía.
En el presupuesto para el próximo año, el gobierno pretende consolidar a la Guardia Republicana, unificando coraceros y granaderos como una unidad de alcance nacional separada de la Jefatura de Montevideo, con dependencia directa del Ministerio del Interior, dijo el martes 17 el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, en la Comisión de Presupuesto de Diputados.
Fernández (jefe de policía) hizo hincapié en que estos procedimientos de disuasión y prevención de delitos de la Jefatura de Montevideo y la Guardia Republicana no se instrumentarán al azar sino que se aplicarán "en puntos calientes" de la ciudad donde se constató la concentración de ilícitos[...]".
Como comunicador social lo que acabo de leer en tu artículo me parece terreno conocido más no por pobre o carente de buenas apreciaciones sino porque el tema de "La Seguridad" es recurrente en mi cabeza sobretodo porque colegas periodistas como Ignacio Álvarez sistemáticamente por medio de la exageración de noticias que apuntan a una noción de violencia ciudadana constante y por los chistes que refuerzan estereotipos negativos es un participante de este panorama donde quienes detentan los medios lejos están de aportarle al tema más que sensacionalismo. Paradójicamente los mismos medios de comunicación hacen apología constante de la vulgaridad y del mal gusto mientras que se afilian a un panorama donde la cultura o el conocimiento poco valen frente al atractivo del poder consumista más atróz. Vivir en ciudades es violento desde siempre y Montevideo como capital tercermundista no puede estar agena a esto como "la Suiza de áfrica" al decir de Darwin Desbocatti. La policía y el ejército en las calles haciendo razzias durante el gobierno del frente amplio progresista deja a La Naranja Mecánica a la altura de Bob Esponja. Buen blog lo iré viendo cuando el tiempo me lo permita.
ResponderEliminarEstimado Muertevideano: muchas gracias por tus agudas e inteligentes reflexiones. También gracias por acompañarnos. saludos.
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