Con pena. Una de cal y otra de arena. Mismo país, para el caso Chile, pero nos duele la nación mapuche , archienemiga de todo invasor , sabihonda de tierra y pastos de ambas laderas de la cordillera mucho despues transformada en frontera y barrera , en ambas peleó y aún lo hace por sobrevivir; igual pueblo , la misma gente. Problemas diferentes . Visiones diferentes. Intereses diversos. Exposición mediática distinta. Sensibilidad minimizada . Sociedades multiétnicas de espacios asimétricos de poder. Problema legado. Problema no resuelto. La realidad de una latinoamérica marrón de piél y corazón pero color que aún cuesta y duele .
He recibido de los estimados colegas chilenos del Colegio de Antropólogos de Chile, la información que a continuación comparto con ustedes. No es un tema nuevo. No es un tema de fácil discurso emotivo. Tampoco de demagogias . Menos aún de posturas cómodas que permitan digerirlo con la conciencia tranquila de que escribiendo diez renglores denunciamos. El mundo es un poco más complejo. Creo sí, que es bueno e importante compartir opiniones y mejor aún si del caso fuere recibirlas ,para enriquecimiento y provecho personal. Lo que me lleva a considerarlo ahora, en algo se explica mucho en la urgencia de vidas humanas en riesgo y otro bastante en la suerte de doble discurso global ante las tragedias sociales . Unas emocionan, convocan y conmueven mucho. Otras quedan solapadas y/o escondidas en espacios donde no duelan o importunen. La Antropología Social, no puede sentarse en el balcón de la humanidad a mirar como frente a ella desfilan los acontecimientos. Ni relativismo ni universalismo. El Otro, próximo o lejano, exótico o nativo, nada de ello cambia a la mirada antropológica sensible. Son todos nuestros congéneres. Palabrita enorme pero que ha adquirido la suavidad de los matices, cuando realmente no los tiene. Con el mismo respeto que en otros temas saludamos a los hermanos chilenos, es tiempo de desearle también al pueblo mapuche...Salud!
En el bien sabido, que los problemas de fondo , igual que para toda sociedad , incumben exclusivamente resolverlos democráticamente al pueblo chileno en su diversidad social, y para el caso cultural y étnica.
He recibido de los estimados colegas chilenos del Colegio de Antropólogos de Chile, la información que a continuación comparto con ustedes. No es un tema nuevo. No es un tema de fácil discurso emotivo. Tampoco de demagogias . Menos aún de posturas cómodas que permitan digerirlo con la conciencia tranquila de que escribiendo diez renglores denunciamos. El mundo es un poco más complejo. Creo sí, que es bueno e importante compartir opiniones y mejor aún si del caso fuere recibirlas ,para enriquecimiento y provecho personal. Lo que me lleva a considerarlo ahora, en algo se explica mucho en la urgencia de vidas humanas en riesgo y otro bastante en la suerte de doble discurso global ante las tragedias sociales . Unas emocionan, convocan y conmueven mucho. Otras quedan solapadas y/o escondidas en espacios donde no duelan o importunen. La Antropología Social, no puede sentarse en el balcón de la humanidad a mirar como frente a ella desfilan los acontecimientos. Ni relativismo ni universalismo. El Otro, próximo o lejano, exótico o nativo, nada de ello cambia a la mirada antropológica sensible. Son todos nuestros congéneres. Palabrita enorme pero que ha adquirido la suavidad de los matices, cuando realmente no los tiene. Con el mismo respeto que en otros temas saludamos a los hermanos chilenos, es tiempo de desearle también al pueblo mapuche...Salud!
En el bien sabido, que los problemas de fondo , igual que para toda sociedad , incumben exclusivamente resolverlos democráticamente al pueblo chileno en su diversidad social, y para el caso cultural y étnica.
Comunicado recibido 23 de setiembre 2010:
Con motivo de la huelga de hambre de los 34 presos políticos mapuches
y la situación del pueblo mapuche en el contexto actual, la Directiva
Nacional del Colegio de Antropólogos de Chile A.G., realizará una
conferencia de prensa el día viernes 24 de septiembre en la Plaza de
la República de la ciudad de Valdivia a las 11:00 horas.
Chile. Valdivia, 23 de septiembre de 2010
*DECLARACIÓN PÚBLICA
El Colegio de Antropólogos de Chile A.G, comprometido desde su
creación en el año 1984 con la defensa de los Derechos Humanos, una
vez más hace un llamado a las autoridades a atender las demandas del
pueblo mapuche y a detener la actual estrategia de criminalización de
un conflicto que, por su complejidad e historia, no puede
circunscribirse a un estrecho marco judicial ni mucho menos a la
aplicación de la Ley 18314 o Ley Antiterrorista o el Código de
Justicia Militar.
Hoy 34 mapuches presos políticos –dos de ellos menores de edad–
víctimas de esa estrategia, han decidido auto-sacrificarse e inmolarse
por el derecho a juicios justos o a un debido proceso y por la
derogación de la antidemocrática Ley Antiterrorista. Han pasado 75
días y el gobierno chileno se aleja obtusamente de la posibilidad
histórica de sentar las bases para una sociedad más justa y
equitativa, utilizando, en cambio, falsas promesas y engaños.
A través de nuestro ejercicio profesional nos relacionamos
directamente con el pueblo mapuche, sabemos del sufrimiento y la
exclusión que recae sobre ellos y ellas. Somos testigos de la negación
de su cultura, de la imposición de modelos culturales contrarios a su
cosmovisión y a sus prácticas consuetudinarias, de la folklorización y
mercantilización de su acervo patrimonial. Conocemos de la constante
presión y expoliación de sus territorios. También sabemos de la auto
negación de la sociedad chilena acerca de su condición mestiza e
indígena.
Hemos sido espectadores de la militarización de las zonas mapuche en
que las comunidades reivindican sus derechos políticos y territoriales
y de la criminalización de sus habitantes. También conocemos las
condiciones a las que han sido sometidos los presos políticos mapuche
en las cárceles de Angol, Lebú, Temuco, Valdivia y la cárcel de
menores de Chol Chol, y el sufrimiento de sus familias y comunidades.
Nos preocupa, por otra parte, el silencio comunicacional al interior
del país, el que se ha traducido en un cerco informativo acerca de
esta nueva ocupación sobre el territorio mapuche y en el
desconocimiento por parte del país de las demandas de los pueblos
originarios, y, en forma particular, de la situación de los presos
políticos mapuches. Este cerco se evidencia aún más en la
invisibilización de los cientos de personas que hoy ayunan en
solidaridad con los 34 presos políticos en huelga de hambre. Más aún,
hay intereses económicos y cálculos políticos que procuran exacerbar
la imagen de los mapuche como delincuentes, terroristas o
violentistas, intereses de los que parte de la prensa nacional se hace
eco.
Por ello, exigimos que el gobierno sin dilaciones y sin excusas:
• Instale una mesa de diálogo para atender las demandas de los
huelguistas;
• Que promueva reformas a la ley antiterrorista y a la justicia
militar en el contexto de los convenios internacionales de Derechos
Humanos y de derechos de los pueblos indígenas ratificados por nuestro
estado;
• La desmilitarización del territorio mapuche y el término de la
violencia de estado empleada contra sus habitantes;
• El fin de la criminalización de quienes expresan sus legítimas
demandas y que, a la luz del derecho internacional, y, en especial, de
los Derechos Humanos, deben ser atendidas.
Finalmente, el Colegio de Antropólogos de Chile A.G hace un llamado
a la construcción de una sociedad que reconozca los plenos derechos de
los diversos pueblos que la conforman, tarea a la cual debemos
concurrir todos los estamentos de nuestra sociedad.
Valdivia, 24 de septiembre de 2010
creación en el año 1984 con la defensa de los Derechos Humanos, una
vez más hace un llamado a las autoridades a atender las demandas del
pueblo mapuche y a detener la actual estrategia de criminalización de
un conflicto que, por su complejidad e historia, no puede
circunscribirse a un estrecho marco judicial ni mucho menos a la
aplicación de la Ley 18314 o Ley Antiterrorista o el Código de
Justicia Militar.
Hoy 34 mapuches presos políticos –dos de ellos menores de edad–
víctimas de esa estrategia, han decidido auto-sacrificarse e inmolarse
por el derecho a juicios justos o a un debido proceso y por la
derogación de la antidemocrática Ley Antiterrorista. Han pasado 75
días y el gobierno chileno se aleja obtusamente de la posibilidad
histórica de sentar las bases para una sociedad más justa y
equitativa, utilizando, en cambio, falsas promesas y engaños.
A través de nuestro ejercicio profesional nos relacionamos
directamente con el pueblo mapuche, sabemos del sufrimiento y la
exclusión que recae sobre ellos y ellas. Somos testigos de la negación
de su cultura, de la imposición de modelos culturales contrarios a su
cosmovisión y a sus prácticas consuetudinarias, de la folklorización y
mercantilización de su acervo patrimonial. Conocemos de la constante
presión y expoliación de sus territorios. También sabemos de la auto
negación de la sociedad chilena acerca de su condición mestiza e
indígena.
Hemos sido espectadores de la militarización de las zonas mapuche en
que las comunidades reivindican sus derechos políticos y territoriales
y de la criminalización de sus habitantes. También conocemos las
condiciones a las que han sido sometidos los presos políticos mapuche
en las cárceles de Angol, Lebú, Temuco, Valdivia y la cárcel de
menores de Chol Chol, y el sufrimiento de sus familias y comunidades.
Nos preocupa, por otra parte, el silencio comunicacional al interior
del país, el que se ha traducido en un cerco informativo acerca de
esta nueva ocupación sobre el territorio mapuche y en el
desconocimiento por parte del país de las demandas de los pueblos
originarios, y, en forma particular, de la situación de los presos
políticos mapuches. Este cerco se evidencia aún más en la
invisibilización de los cientos de personas que hoy ayunan en
solidaridad con los 34 presos políticos en huelga de hambre. Más aún,
hay intereses económicos y cálculos políticos que procuran exacerbar
la imagen de los mapuche como delincuentes, terroristas o
violentistas, intereses de los que parte de la prensa nacional se hace
eco.
Por ello, exigimos que el gobierno sin dilaciones y sin excusas:
• Instale una mesa de diálogo para atender las demandas de los
huelguistas;
• Que promueva reformas a la ley antiterrorista y a la justicia
militar en el contexto de los convenios internacionales de Derechos
Humanos y de derechos de los pueblos indígenas ratificados por nuestro
estado;
• La desmilitarización del territorio mapuche y el término de la
violencia de estado empleada contra sus habitantes;
• El fin de la criminalización de quienes expresan sus legítimas
demandas y que, a la luz del derecho internacional, y, en especial, de
los Derechos Humanos, deben ser atendidas.
Finalmente, el Colegio de Antropólogos de Chile A.G hace un llamado
a la construcción de una sociedad que reconozca los plenos derechos de
los diversos pueblos que la conforman, tarea a la cual debemos
concurrir todos los estamentos de nuestra sociedad.
Valdivia, 24 de septiembre de 2010
Hurtado, en relación a la huelga de hambre de 34 presos mapuche
Septiembre, 2010
A la comunidad universitaria:
Nosotros, profesores y profesoras de la UAH, deseamos adherir a la
opinión manifestada por cientistas sociales y académicos de la
educación superior de cuatro universidades del sur de Chile, respecto
de la situación que atraviesan desde hace más de 74 días 34 presos
mapuche en huelga de hambre en las cárceles de Concepción, Temuco,
Angol, Lebu, Valdivia y Chol Chol.
Como académicos sensibles y solidarios con las demandas y aspiraciones
del pueblo mapuche, así como de la sociedad chilena en general,
deseamos manifestar nuestra más profunda preocupación por la vida de
estas 34 personas que, a través de una práctica de no violencia
activa, solicitan el fin de la aplicación de la ley antiterrorista que
en Chile se ha aplicado principalmente a los mapuche; el derecho al
debido proceso; la limitación de la justicia militar, entre otras
demandas.
Estamos convencidos que la situación actual del pueblo mapuche y sus
demandas son ecos de una situación de injusticias históricas así como
a la reiterada falta de comprensión intercultural y a la lógica de
negación del que ha sido objeto por parte del Estado, de la sociedad
chilena y de sus instituciones. Numerosas investigaciones permiten
demostrar el modo concreto en que se han llevado adelante estos
procesos de negación y subordinación del pueblo mapuche a través de
una larga historia de desencuentros.
Asimismo, esta situación sociohistórica se torna mucho más compleja en
la medida que el modelo económico predominante no se ajusta o es
contrario a las dinámicas específicas de las comunidades indígenas,
obligándolas a vivir de un modo marginal y en situación de pobreza
estructural, o en su defecto a buscar en la migración la solución
particular a esta situación de pobreza endémica. Con esto la sociedad
global pierde la oportunidad de que parte de sus habitantes
contribuyan al desarrollo democrático y justo de este país.
Desde hace algunas décadas asistimos en estas regiones a un proceso de
creciente organización de las comunidades mapuche, lo que permite
avizorar nuevos modos de liderazgo y participación política que son
esenciales para una superación de la situación de pobreza, así como
acontece entre todos los pueblos indígenas de América Latina, y tal
como lo reconocen la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de
los Pueblos Indígenas y el Convenio 169 de la OIT, ambos instrumentos
suscritos por el Estado Chileno.
Distintas instancias internacionales y nacionales, como la Relatoría
de Naciones Unidas sobre Derechos y Libertades Fundamentales de los
Pueblos Indígenas, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas y
sus órganos de tratados y el recién creado Instituto Nacional de
Derechos Humanos de Chile, han planteado la necesidad que el Estado
chileno reconozca y respete los legítimos derechos de los pueblos
indígenas en Chile, así como la necesidad de no criminalizar la
protesta social mapuche, como lo demandó el Relator Especial de
Naciones Unidas Rodolfo Stavenhagen tras su visita del año 2003.
Por lo mismo, una situación histórica tan compleja como la vivida en
estas regiones, en sus dimensiones económicas, políticas y culturales,
no puede intentar resolverse por medio del uso de instrumentos
jurídicos, como la ley antiterrorista, que no son adecuadas ni para la
sociedad chilena ni para las movilizaciones y demandas de los pueblos
indígenas.
Consideramos que es tiempo de avanzar hacia un Estado profundamente
democrático que, al celebrar sus 200 años de vida republicana, se
reconozca como un país multicultural. Y en este sentido reconocer los
derechos de los pueblos indígenas sobre sus tierras y territorios
ancestrales, en particular sus demandas de participación política,
consulta y autonomía cultural, y económica como otros países
democráticos lo han asumido. En este sentido, la estructura jurídica
nacional necesita avanzar en los lineamientos propios de una “política
del reconocimiento”, que busque fortalecer los derechos universales y
diferenciados de las personas y comunidades.
Reafirmamos que los pueblos indígenas de Chile, y los mapuche en
particular, sean reconocidos en su aspiración a vivir en una país
multiétnico, exentos de discriminación y exclusión, donde se les
reconozcan sus derechos específicos, su historia y conocimientos
ancestrales, sus formas de vida y sus proyectos políticos, económicos
y sociales.
Como académicos sostenemos que en este Chile del Bicentenario es
fundamental que la sociedad y el Estado chileno se abra al
reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas porque sólo de
esta manera lograremos construir una sociedad chilena efectivamente
democrática, basada en la diversidad y donde la diferencia sea un
valor y no un estigma negativo muchas veces basado en la
discriminación.
Hacemos un llamado urgente a las autoridades, a los poderes del
Estado, a los pueblos indígenas y a todas las instituciones y
organizaciones civiles para que agoten todas las alternativas posibles
que lleven esta situación tan extrema a buen término. Es hora de
dialogar, está de por medio el respeto a la vida, la dignidad de las
personas y los derechos fundamentales consagrados en la normativa
nacional e internacional.
Los académicos y académicas firmantes.
1. Francisca Márquez, antropóloga
2. Fabián Pressacco, cientista político
3. Pablo Salvat, filósofo
4. Rocío Faúndez, cientista político
5. Omar Aguilar, sociólogo
6. Carolina Stefoni, socióloga
7. Claudia Mora, socióloga
8. Fernando Valenzuela, sociólogo
9. Isaac Caro, sociólogo
10. Alvaro Soto, psicólogo
11. Claudia Arellano, psicóloga
12. Mauricio Arteaga, psicólogo
13. Shirley Gôtz, historiadora
14. Cecilia Dockendorff, socióloga
15. Paulette Landon, trabajadora social
16. Daniela Díaz, trabajadora social
17. Natalia Hernández, trabajadora social
18. Oscar Navarrete, trabajador social
19. Daisy Margarit, trabajadora social
20. Mónica Morales, trabajadora social
21. Sara Valdebenito, trabajadora social
22. Beatriz Rodríguez-Milhomens, trabajadora social
23. Juan Eduardo García-Huidobro
24. Fabiola Berríos, cientista político
25. Alejandra González, trabajadora social
26. Jorge Costadoat, SJ
27. Jaime Fierro, sociólogo
28. Javier Corvalán, Antropólogo
29. Rosa Gaete, profesora
30. Pedro Güell, sociólogo
31. Mauricio Miraglia, educador
32. Eduardo Abarzúa, psicólogo
33. Fernando Contreras, psicólogo
34. Reinaldo Tan, sociólogo
35. Loreto Aliaga, profesora
36. Tomas Peters, sociólogo
37. Martina Yopo, socióloga
38. José Antonio Román, psicólogo social
39. Marisol Del Pozo, psicóloga
40. Francisco Reiter, psicólogo
La Universidad Alberto Hurtado fue creada el 20 de octubre de 1997 por la Compañía de Jesús. En un contexto marcado por enormes transformaciones socioculturales, la idea fue ofrecer al país un proyecto educativo basado en la tradición jesuita de 450 años y 200 instituciones de educación superior en el mundo.
Universidad Alberto Hurtado - Almirante Barroso 10 - Santiago - Chile
“La Universidad debe ser el cerebro de un país, el centro donde se investiga, se planea, se discute cuanto dice relación al bien común de la nación y de la humanidad. Y el universitario debe llegar a adquirir la mística de que en el campo propio de su profesión no es sólo un técnico, sino el obrero intelectual de un mundo mejor.”
San Alberto Hurtado
Textos tomados de la página web de dicha Institución universitaria chilena.
Para obtener más opciones, visita http://groups.google.cl/group/colegioantropologoschile?hl=es.
* Escuchemos en el blog la siguiente campana, una de las muchas que como en toda situación compleja es de uso que repiquen.
El tratamiento de la prensa en el conflicto chileno-mapuche: ¿Parcialidad o desinformación?
Fuente: El Ciudadano http://www.elciudadano.cl
Chile | 5 de septiembre de 2010
Dentro de lo poco que aparece en la prensa tradicional sobre los hechos noticiosos que involucran al pueblo mapuche, miraremos cómo los medios abordan lo que sucede y la parcialidad con que muchos “hacen las noticias”.
Desde el término de la dictadura y el comienzo de los gobiernos de la Concertación, la prensa lanzó los denominados “temas país”: Salud, educación, empleo, transporte, seguridad y vivienda son, los que a su juicio, importan a la gente. Con el paso de los años, estos temas ya son parte de las agendas de los actuales gobernantes, quienes buscan centrar sus directrices en conquistar a la población, saciando estas necesidades.
Es así como la prensa actual marca los discursos de la gente de acuerdo a los parámetros que la televisión, periódicos, radios y diversos medios imponen.
En gran medida la construcción de estos discursos tiene fundamento en el tratamiento que dan los medios a estos temas; variando en la intencionalidad, foco periodístico y de representatividad al público objetivo que apuntan.
Uno de éstos, vinculado por la prensa a la seguridad es la llamada ‘problemática mapuche’ o ‘conflicto mapuche’.
La lucha del pueblo indígena y sus reivindicaciones ha tenido una cobertura en los medios tradicionales excesivamente abocada en el conflicto con las autoridades y/o la institucionalidad imperante, las acciones cometidas por la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), los enfrentamientos y ataques a las empresas forestales, la aplicación de la ley antiterrorista y una serie de aristas sometidas al conflicto en sí.
USO DEL LENGUAJE Y FUENTES CONSULTADAS
Tal como mencionan Claudia Lagos y Cristián Cabalin en su artículo “La comunicación intercultural y el ´conflicto` mapuche en Chile” publicado en la Revista Diálogos de la Comunicación, del Instituto Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile (Icei), los medios de comunicación se han constituido en espacios de producción y reproducción de los discursos hegemónicos de quienes ya tienen poder o representan a otros poderes legitimados en la sociedad chilena para abordar las temáticas vinculadas al pueblo mapuche, reduciéndolo a “el conflicto”.
Y es básicamente en el conflicto que los medios de comunicación basan los lineamientos editoriales para referirse a este tema.
En el caso de El Mercurio y La Tercera, al buscar información y noticias referentes a la palabra mapuche en su sitio Web, saltan a primera vista los temas asociados a ataques incendiarios, detención de comuneros, intervención policial, aplicación de ley antiterrorista y por sobre todo, la palabra conflicto. Lo que, en otras palabras, se traduce en la difusión del caos, terror y descontrol que sienten las elites de estas zonas frente a la causa mapuche.
Dentro de sus fuentes consultadas proliferan los testimonios de dueños de empresas forestales, fiscales, policías, dueños de fundos y predios atacados, autoridades gubernamentales y parlamentarias. Son mínimas las versiones encontradas de los comuneros mapuche, ya que, al parecer, no son considerados como fuentes informativas válidas -o legítimas- de los hechos ocurridos.
Son muy pocos los medios que abordan las otras temáticas del conflicto, como el respeto a su cultura, el atropello de sus derechos, el abuso de la fuerza policial, la criminalización de sus organizaciones; y, por sobre todo, el cerco informativo que la propia prensa ha establecido en la zona, conduciendo a la mayoría del país al desconocimiento de las razones que están detrás de las acciones del pueblo mapuche en sus luchas de este tiempo.
LA TELEVISIÓN COMO ARMA DESINFORMATIVA
Tal como decenas de estudios lo comprueban, la población chilena cuando desea obtener información recurre en un alto porcentaje a la televisión y a los llamados noticieros centrales de las 21:00 horas.
Aunque sus pautas están marcadas y regidas por los “temas país”, cuando aparece en sus parrillas programáticas algún hecho relacionado con mapuche, está vinculado, en su gran mayoría, con el conflicto en el sur y el enfrentamiento con policías y privados.
En dos oportunidades se han emitido programas especiales sobre el conflicto mapuche; un capítulo del programa periodístico “En la Mira”, de Chilevisión, emitido en mayo de 2009 y en el programa “Contacto”, de Canal 13, emitido en junio pasado.
El primero se centró en las operaciones policiales desplegadas en la zona de conflicto, contando los testimonios de los efectivos de Carabineros y fiscales, quienes han sido objeto de ataques incendiarios y delictuales por parte de la CAM. Mientras que el capítulo de Contacto tuvo más pretensiones de equilibrio al ofrecer testimonios de mujeres y niños mapuche, quienes contaron sobre la opresión y terror que viven a diario.
Sin embargo, igual fue fuertemente criticado por agrupaciones de Derechos Humanos, como el Observatorio Ciudadano, quienes emitieron una declaración pública donde argumentan que “reportajes de este tipo no contribuyen a establecer un clima de confianza y de respeto… más bien parecieran pretender legitimar la criminalización de la protesta social mapuche y el uso de leyes especiales que vulneran el debido proceso contra dirigentes mapuche”.
La prensa, en general, aborda el tema mapuche cada vez que hay un nuevo hecho delictual o de enfrentamiento, dejando muy poco espacio para hechos como la absolución de la documentalista Elena Varela del proceso que se seguía en su contra o la huelga de hambre que llevan presos mapuche en las cárceles desde mitad de julio e incluso cuando se realizan los violentos procedimientos de las policías en la zona.
Más allá de lograr equilibrio, mostrar crudezas y desbancar a alguna autoridad, trastocando el sentido real de la noticia, en el caso del conflicto del Estado chileno con el pueblo Mapuche hay, por decir lo menos, una flagrante falta de rigor, que a lo único que aporta es a una estigmatización negativa de la protesta como un mecanismo de cambio social.
CNN Chile y Radio Bio Bio. 13 de agosto de 2009
19 de septiembre de 2010
6 familiares de Presos Politicos Mapuche hablan acerca de la estigmatizacion, persecusion y montaje en contra de los ciudadanos mapuche por parte del estado chileno en pleno siglo 21.
La huelga de hambre en los testimonios de familiares de PPM.
La huelga de hambre en los testimonios de familiares de PPM.
Gracias Julio, por entrar en mi blog. Por darme a conocer esta situación de nuestros hermanos comuneros mapuches. ¡Cuánto desconocimiento acerca de ellos! Mi sorpresa es grande ante lo que está sucediendo en esta tierra hermana. Gracias por darme a conocer esta situación. Un abrazo.
ResponderEliminarEstimada Julie; soy yo que te doy gracias a ti por tu amabilidad y generosas palabras. Es un honor para mi blog tu visita. Estaré atento a tu hermosa poesía. El mundo que a veces sueño, debería estar , a mi humilde juicio, lleno de ella. Las plazas , los parques y las calles deberían volver a ser el territorio natural donde se escuchara en forma permanente la voz de los poetas. Cariños y suerte a ti en todas tus cosas.julio
ResponderEliminarJulie dijo:
ResponderEliminarHola Julio, te prometo adentrarme en vuestro blog y enterarme más a fondo de lo que está pasando, nunca había oído hablar antes de los comuneros mapuches. Me emocionó lo que ví en los videos y leí en tu blog. No sabía nada de esto. Vivimos un mundo muy injusto. La voz de los poetas y la naturaleza van muriéndo al unisono, y eso es muy triste. Mueren en el olvido, como nuestros hermanos. Dales mi abrazo, mi cariño. Este mes estaré ausente, tengo que viajar a México, a Michoacán. Y a mi regreso, seguiremos en contacto y me adentraré en tu blog. Me interesa lo que haces. Amo los grupos étnicos y la antropología. Gracias Julio, eres muy amable. Te mando un abrazo y agradezco que me hayas escrito. Hasta pronto. Julie
Estimada Julie: Buen viaje. Que los vientos te sean favorable. saludos afectuosos. julio
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