Esta entrada tiene al final de la misma link donde el Semanario Brecha, de Montevideo Uruguay, lleva adelante un minucioso trabajo periodistico acerca de la caótica situación de los centros encargados de la contención de los menores infractores a la ley Penal. También y consecuente con el pensamiento de este blog, el link de la la anterior entrada acerca de la preocupación ante claros síntomas de policiamiento de lo social. Es decir violencia como remedio a lo social.
¿ Estamos ante la sinrazón del Estado?
¿ Es un algo incomprensible?
¿Es una forma de "uruguayez del mal?
Es a nosotros un tema hondo y profundo. Hannah Arendt y su concepción de la banalidad del mal, mucho tendría para decirnos acerca de estos nuestros sucesos, tamaño aldeanos para el mundo, medida de gulliver a nosotros, pequeños y soberbios habitantes de un territorio en el cual sobra espacio y escasea gente.
Hace a un encanto con la violencia que se generaliza, que desde el discurso que predomina, o sea el dominate, sea esto lo que sea, se construye, que la sociedad internaliza y los individuos terminamos por asumir aceptándolo como la norma. Aceptemos también algún día que nos enamora con demasiada facilidad la violencia. Sobre los Otros, en especial si son diferentes. Hay una naranja mecánica latiendo y latente muy próxima. Caminamos la ciudad armada a guerra saturada de guardias y de vigilantes. Humanos y tecnos.
Repleta de armas disponibles y dispuestas.
La muerte se nos hizo barata y aceptable en el prójimo desde el discurso encantado y encantador del eufemismo y eufemístico ajuste de cuentas. Anestesia politicamente correcta a cualquier interrogante impertinente.
Prima en el hoy todo un desorden intelectual e ideológico girando alocado alrededor de un tan manoseado como abstracto concepto de ese constructo indefinido e indefinible que el discurso del poder consagra sin consultarme como mi seguridad, que todo lo abarca, todo lo justifica y en definitiva desde su violencia material y peor aún en su violencia simbólica, lo que hace es desde mucho antes que Sorel lo anunciara generar más y peor violencia. Es una espiral infinita. Será difícil salir de ella. Aquí, ni víctimas ni victimarios son lo que parecen ser.
Nos hemos acostumbrado demasiado rapidamente a vivir en lo ominoso. Esto de los menores que delinquen y su relación con sus "educadores" es solamente la punta de un gigantesco iceberg que somos todos, la sociedad agresiva, materialista e individualista que somos, y para peor divididos ideológicamente en una enorme cantidad de pedazos que se agreden y contestan al interior de las dos grandes mitades político-electorales, que ya de por si se miran entre si ausentes de toda misericordia , de toda consideración y ajena a todo respeto.
Trabajo periodístico del Semanario Brecha-Montevideo.Uruguay:
http://brecha.com.uy/especiales/el-encierro-adolescente/
Reitero mi anterior ensayo que titulé entonces:
Algo huele mal en Uruguay. ¿Es la Naranja mecánica?
https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=329747928577857248#editor/target=post;postID=986103265101846893;onPublishedMenu=posts;onClosedMenu=posts;postNum=50;src=postname
Entrevista a Phillip Zimbardo
Experimento de la Cárcel de Stanford.
https://youtu.be/HPbCHFkftb8
Reitero mi anterior ensayo que titulé entonces:
Algo huele mal en Uruguay. ¿Es la Naranja mecánica?
https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=329747928577857248#editor/target=post;postID=986103265101846893;onPublishedMenu=posts;onClosedMenu=posts;postNum=50;src=postname
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Experimento de la Cárcel de Stanford.
https://youtu.be/HPbCHFkftb8
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