Una mirada desde la Antropología Social
Breve ensayo
autor: j.n.viana
¿Qué
es un hecho social? La visión de Emile Durkheim.
Lectura crítica:
Emile Durkheim: Las reglas del método
sociológico.
- INTRODUCCIÓN.
“Debe
recalcarse, que yo no suscribo sin restricción
lo que he dicho en mis libros.”
Michel
Foucault.
I-
Emile Durkheim. Breve esbozo biográfico.
“Un hombre se confunde, gradualmente,
con la forma de su destino, un hombre es, a la larga, sus circunstancias”.
Jorge Luis Borges.
La escritura de Dios. El Aleph.
El 15 de abril de 1858 en Epinal,una
pequeña ciudad de Francia, nace Emile
Durkheim, en una familia de rabinos, su padre
muere siendo Emile muy joven. De todas maneras su infancia y
adolescencia transcurren dentro de parámetros normales para su época y
condición social. Luego de cursar con
mucho éxito sus estudios secundarios es enviado a París para preparar su
ingreso a la prestigiosa, a la vez
que famosa por la severidad de sus
condiciones de ingreso, Escuela Normal Superior, en donde comienza estudios
luego de acceder a un lugar convirtiéndose en un “normalien”, en el año 1879,
lo cual constituía a la vez que un prestigio y reconocimiento importantísimo,
también un tremendo desafío, no siempre
soportado por todos los alumnos, sometidos a condiciones de competencia y
exigencias en extremo severas, que eran justamente las bases que sustentaban el
reconocimiento intelectual implícito a la formación obtenida en la institución
y que otorga a la condición de “normalista”, una especie de titulación
extraordinaria, un valor agregado y
ciertamente reconocido para los egresados y respetado en el mundo académico e
intelectual.
En esta época traba amistad con Jean Jaurés y
también se inclina por tomar cursos de filosofía. Posteriormente ya
transcurriendo los años 1885 y 1886, estudia ciencias sociales, primero en
Francia , luego viaja a Alemania y
asiste a los celebrados y prestigiosos cursos de Wundt. En 1887 se le designa profesor de pedagogía y
Ciencias Sociales en la Universidad de Burdeos.
En el transcurrir de ese mismo año,
1887, aparecen publicados sus primeros artículos, lo que corre paralelo a su
designación como profesor de Pedagogía y Ciencias Sociales en la Facultad de
Letras de Burdeos, hecho este al cual se considera como el primero de los
cursos de fuerte contenido sociológico dictado en Universidades francesas .
En 1893, Durkheim sostiene su tesis de
doctorado con su obra: “ De la División social del Trabajo” y ya en 1895 publica “Las reglas del método
sociológico”, al año siguiente su curso de sociología se transforma en cátedra magistral,
y en el mismo año funda el Année
sociologique, ámbito de gran resonancia intelectual.
En 1907 es el año de publicación de otro de
sus trabajos considerados clásicos, “El
Suicidio” obra esta que genera una corriente de fuerte crítica pero que a su
vez cimenta su estatura intelectual ya de por sí a estas épocas muy
consolidada. En 1912 aparece “Las Formas elementales de la vida religiosa “.
En 1913, su cátedra es jerarquizada al interior de las
estructuras académicas de la Sorbona y alcanza
en un hecho de muchísima significación epistemológica , el título de
“Cátedra de sociología” .
Este hecho es un punto de inflexión de
tremenda importancia para las ciencias sociales, desde el momento que Durkheim,
cuenta ahora con:
1.
Un
ámbito legitimizado por la academia
desde donde emitir su magisterio sociológico
2.
Su
recientemente fundado Anuario Sociológico, le brinda las herramientas
necesarias y elementales para la trasmisión de un pensamiento y un conocimiento
que epistemológicamente ahogado hasta entonces,
hacía esfuerzos por obtener los espacios que le permitieran oxigenarse.
Tanto él, como sus discípulos, y otros
destacados intelectuales de la época, utilizaron con abundancia y provecho este
espació de publicación nuevo que se les ofrecía, con las consecuencias fecundas
que toda posibilidad de exposición de conocimientos genera .
En 1915, en los años terribles de guerra, que los historiadores extrañamente
aceptan denominar primera y mundial, pierde a su único hijo, muerto en los
campos de batalla, igual suerte corrieron muchos de sus discípulos .
El 15 de noviembre de 1917, a la edad
de 59 años, Emile Durkheimn muere en
París.
Su
época.
A Durkheim y sus
circunstancias, debemos contemplarlas, sean estas aquellas determinadas por la pertenencia a su
tiempo, como las que corresponden a determinaciones de su espacio, en el
escenario de una Europa en la que Francia vivía sus tiempos, abandonando
dolorosamente el siglo XIX envuelta en convulsiones y crisis. También y no menores, son las circunstancias
que quedaron determinadas por el entorno de gran religiosidad que imperaba en
el seno de su familia, en donde el modelo parental aspiraba para él un futuro
de rabino, se debe también anotar como clara
proyección así mismo de su posición social, su
formación académica superior, muy subordinadas en la época a las de su propia pertenencia de clase de las que
salvo excepciones eran privilegio , lo ponen y enfrentan al compromiso de ser
fundante de la filosofía académica y también se le debe acreditar sin duda
como mérito no menor, la promoción,
desde una visión intelectual remozada, crítica,
y no por ello menos heredera de sus maestros, uno de los más próximos ,
Augusto Comte, para quién estos fenómenos que se producían en la sociedad, eran
materia de estudio para una disciplina que
denominara ya unas décadas antes, sociología.
Le toca en suerte, lo
enfrenta también, al desafío de ser actor y protagonista del alumbramiento, con los dolores propios de
cualquier parto, en el escenario intelectual de su época de la puesta en
funcionamiento y la institucionalización
de la Sociología, disciplina a la cual se aproxima y aborda desde una temprana
y permanente inquietud de investigación
del sistema educativo, es esta su inspiración y objetivo el promover el
estatuto epistemológico de las Ciencias Sociales, dentro de una proposición de
institucionalización que parte de un principio exigente de crítica al sistema
que produce a los investigadores. Esta inquietud crítica no le granjeará
precisamente bendición desde las aulas académicas que sienten crujir algunos
viejos y cómodos presupuestos.
También es deber acotar que no está
absolutamente solo en el enfrentamiento.
Los textos de Comte y su dura mirada crítica a
la Escuela politécnica, de donde fuera en su momento expulsado, y a los hijos dilectos de esta Institución, los
ingenieros de allí egresados, resuenan con mucha fuerza en los ámbitos
intelectuales. También Spencer, es socio
importante en la empresa, no siendo para nada menor el peso en la discusión,
de sus trabajos y estudios sobre las
profesiones.
Durkheim, para quién la teoría surge de la
práctica, no podía escapar al escenario fermental que le toca vivir, entre otros acontecimientos la II
Internacional Socialista del año 1889, y del gran impacto que la dinámica del
movimiento obrero produce en el mundo académico.
En Alemania vive su propia experiencia con el
socialismo académico pletórico de discusión, y analizando a Saint-Simon, lo
contrapone y anota las diferencias con Comte, con quién ya establecimos en
párrafos anteriores, pone siempre respetuosas pero críticas distancias.
El materialismo
histórico, tuvo en el autor del cual nos ocupamos en esta modesta aproximación, una fuerte influencia
en toda la corriente de pensamiento durkhemniano, lo cual no siempre ha sido suficientemente analizado, ni tenido en
cuenta en todo su importancia, quizás debido a que su figura intelectual ha
quedado un tanto solapada por un tiempo histórico pleno y rico en
acontecimientos del conocimiento social.
II. Las Reglas del Método sociológico.
“[...]
el sentido común nos impone su juicio”.Emilio Durkheim.
·
A
los efectos del tema que abarca este trabajo, nos ceñiremos no a un intento de
análisis global de la obra, lo que nos
parece rebasaría los límites de este trabajo y ya sin que nos parezca,
sencillamente una certeza, supera totalmente nuestra calificación sobre el tema ,haremos no obstante un intento
de explicación de lo que Durkheim, en una construcción intelectual de grán riqueza epistemológica entiende como
un conjunto de reglas a través de las cuales observar y comprender lo
sociológico y recortando , pondremos el mayor énfasis en su idea principal
respecto a que debemos entender por Hecho Social y como identificarlo.
Ya
desde los inicios, al elaborar el prólogo con el cual nos introduce a
su obra “Las reglas del método
sociológico”, y respecto al cual nos imaginamos sin excesivo esfuerzo, dado su
peso conceptual, el tiempo de reflexión intelectual dedicado a elaborar el mismo, Durkheim nos
previene y a la vez nos exhorta desde el
peso de su escritura a evitar la distracción imperdonable y la ligereza en la
aproximación a su texto, que pretende severa y analítica, y a mantenernos en
rigurosa vigilia intelectual durante el proceso de su lectura para no dejarnos
sorprender .
Alerta, previene, nos advierte una y otra vez
contra los problemas de método que la falta de práctica en considerar
científicamente los hechos sociales pueden crear.
Posiblemente es aquí , donde encontremos la
mas clara referencia al pensamiento
cartesiano de dudar de todo como método. Luego el racionalismo estará
conceptualmente muy lejos de su obra.
Pese
a los años transcurridos, la advertencia nos parece, totalmente
vigente y diríamos que nada trivial, por el contrario, sabia e inteligente.
Agregaríamos que aún desaparecido por el
preaviso todo elemento de sorpresa, el peligro está y sigue latente y en el
,han sucumbido algunos de los considerados en su tiempo, prestigiosos y sesudos pensadores sociales.
Tampoco es ocioso, ni extraordinario
que Durkheim nos prepare para enfrentar el desconcierto del descubrimiento,
siendo que el objeto de toda ciencia es realizar descubrimientos, así también
es de claro y contundente en alertarnos de las trampas en que inadvertidamente nos puede hacer caer el
poder de seducción del sentido común , de cuyas sugerencias recomienda
estructurarse intelectualmente, disciplinarse en el severo ejercicio del
análisis , para ponerse absolutamente a
salvo al momento de toda reflexión sociológicas.
Durkheim, aprovecha su prefacio, en la total
acepción de su etimología de: ser lo
que se dice al principio , y ya
comienza a mostrar el hilo de sus ideas con lo que luego construirá el tejido
de su idea matriz:
“Nuestro método no tiene, por tanto, nada de
revolucionario. Incluso en cierto sentido es, en esencia, conservador, puesto
que considera los hechos sociales como cosas cuya naturaleza, por dócil y
maleable que sea, no es modificable a voluntad. ¡Cuánto más peligrosa es la
doctrina que no ve en ellos más que el producto de combinaciones mentales, que
un simple artificio diabólico, puede en un instante, trastornar por
completo.”Durkheim, E., 1986 :14
Dentro
del mismo texto, Durkheim reniega y se protege de la posibilidad que intuye de
ser considerado, “tachado” - sería de hecho la expresión que utiliza- de materialista y si bien acomoda mejor su
pensamiento en el campo contrario del espiritualismo, del mismo modo que estos
dividen el campo psicológico del biológico, aquí Durkheim establece y lo hace
en forma por demás certera, por demás categórica y fundante:
“[...]
Ahora bién, nuestro método no es en parte, más que una aplicación de éste
principio a los hechos sociales, así como los espiritualistas separan el reino
psicológico del biológico , nosotros establecemos también la separación entre
el primero y el social, lo mismo que ellos, nos negamos a explicar lo más
complejo por lo más simple. Por consiguiente
ninguno de los apelativos nos es aplicable con exactitud, el único que
aceptamos es el de racionalista”[...] Ibidem: 15.
Estos conceptos atraviesan
medularmente toda la obra.
La controversia suscitada e intuida por el el
autor, motiva que a la segunda Edición de sus “Reglas”, la prologue aún más
extensamente, ocupándose en la respuesta y explicación de lo que define como
“controversias bastantes vivas”, realmente un sinnúmero de críticas algunas de
ellas de corte durísimo, de lo cual y de
las cuales nos ocuparemos nuevamente.
Estas ideas , manifestadas con energía por Durkheim trajeron también junto a
el desconcierto que provocó en sus críticos, enfrentados a lo novedoso, la
incapacidad de estos de interpretar los cambios de entendimiento, ligerezas y
premura en los juicios, en algunos sincera y en otros quizás no tanto, la consecuencia de que aún afirmando, que la conciencia, tanto
en su nivel social como individual, no hacían a la sustancia, igualmente se
hizo acreedor, con gran disgusto de su parte- se le “tachó”- dice, de realismo y ontologismo.
Su
pensamiento se expresa y se desprende con claridad de sus textos, no deja de
acusar recibo desde estos prefacios, de con cuanta dureza, a su juicio, obvio
que injustificadas, se le acusó de querer eliminar, de quitarle a la Sociología
todo elemento mental, al momento de sostener su pretensión de que la vida
social está completamente constituida por representaciones.
Es
por éstas épocas que comienza a publicarse
L´Année Sociologique, donde y
desde sus páginas se publicó la producción intelectual de los mejores
pensadores sociales de la época, que en
cierto modo constituían la escuela que rodeaba al maestro, dentro de ellos
Mauss, su sobrino, discípulo y continuador junto a otros de la obra de Durkheim, constituyéndose en un de sus mas
aventajados interpretes en lo que a proseguir los senderos intelectuales de
influencia que ya su maestro y tío había desarrollado tanto en los terrenos de
la Educación como en los incipientes pasos de una Antropología buscando
espacios disciplinares en el todavía incierto mundo de las Ciencias Sociales.
Fueron también estas las páginas desde donde defendió mas de una vez su
pensamiento innovador.
Que es un hecho social? Se pregunta Durkheim.
·
Regla
relacionada con la observación de los
hechos sociales.
·
El
Hecho Social debe ser considerado como cosa.
Es muy
claro en Durkheim y así lo manifiesta en Las Reglas del Método
Sociológico, que la base de su método es el tratamiento de los hechos sociales
como cosas , lo cual acompaña con una inmediata definición de lo que entiende
por cosa:
La cosa se opone a la
idea, nos dice. Se debe dentro de esta
concepción, observar a los hechos sociales desde el exterior , practicar
con ellos igual método de descubrimiento que con los hechos físicos.
Esta idea de que las
cosas, son las que se nos ofrecen e imponen a la observación es capital a los
efectos de reconocer con claridad los elementos esenciales que adornan su idea y le dan los límites.
Si bien tenemos una idea
de lo que significan el Estado, la democracia, el comunismo, etc., esta idea es
confusa en lo que refiere a su condición de hecho social, hasta que
desembarazado nuestro racionamiento de prejuicios y de los significados que les
atribuimos y observándolos como cosas, en forma objetiva y científica les
descubrimos sus verdaderos sentidos.
Es, en suma, todo aquel
objeto de conocimiento que no es naturalmente comprensible a la inteligencia.
Es rotundo al afirmar que todo objeto de ciencia, es una cosa, con la excepción
quizás de los objetos de estudio de las matemáticas, por ser éstos un constructo
del propio investigador.
- Tampoco se salva de las críticas su afirmación que presenta a los fenómenos sociales como exteriores al individuo. La vida está en el todo, dice, no en las partes.
La sociedad produce fenómenos que son
nuevos y diferentes de los engendrados en las conciencias individuales, no son
los estados de la conciencia colectiva, de igual naturaleza que los de la
conciencia individual, no es la mentalidad grupal, igual a la individual y esto
es tremendamente importante en el intento de aprehender el pensamiento
durkheimniano.
Cuando manifiesta que los hechos sociales deben ser
tratados como cosas, está dentro de la presunción de que todo objeto de ciencia
es una cosa. Pero antes de hablarnos del método de estudio de los hechos sociales
define a que hechos se refiere bajo este nombre, no deja de anotar que todo
método debe ser considerado dentro de la relatividad de lo provisional, ya que
la propia dinámica de la ciencia lo hace cambiar.
·
Debe también y así lo hace, defenderse de la crítica
de haber querido explicar los fenómenos sociales por su efecto de coacción
sobre los individuos, aunque basta leer con atención para darse cuenta que el
fenómeno es un indicador, signo exterior que permite reconocer el estar en
presencia de un hecho social. No admite tampoco demasiada atención, las
críticas que se le realizan ya por estrecha y reducidora o por excesivamente
amplia y por lo tanto vaga.
Por
mejor que lo intentáramos, no se lograría explicar este punto con la justeza y
claridad de Durkheim:
“[...]
en efecto se reconoce una cosa sobre todo por que no es posible modificarla
mediante un simple decreto de la voluntad. No se trata de que sea refractaria a
toda modificación. Pero para producir un en ella no basta quererlo, es
necesario un esfuerzo mas o menos laborioso[...] pues bien, hemos visto que los
hechos sociales poseen esta propiedad. Muy lejos de ser un producto de nuestra
voluntad, la determinan desde afuera [...] A menudo ocurre aún que esta
necesidad es de tal carácter que no podemos evitarla.”ibidem: 52.
Lo
especial de la coacción social, dice Durkheim:
“[...] es estar determinada no por
combinaciones moleculares, sino que se debe al prestigio de que están
investidas ciertas representaciones” ibidem
Interpreta que al contrario de las costumbres
individuales o hereditarias que nos dominan en nuestro interior, al estar por
entero instaladas en nosotros como individuos, las prácticas o creencias
sociales actúan sobre nosotros desde el exterior y constituye un elemento esencial
del concepto coacción social, el que las maneras colectivas de obrar o pensar,
tienen una realidad independiente de la de los individuos, la de estos, la
individual, se conforma, se adapta, está condicionada a la voluntad de aquella
en todos los momentos.
O sea que visualizamos un fenómeno social en
el hecho que se impone al individuo. Parece simple. No necesariamente es simple
de entenderlo. Por lo cual Durkheim,
abunda en ejemplos:
Cuando
en una asamblea o en una multitud, hay algo que cual una reacción colectiva se
impone a todos, la risa en su ejemplo, es este un típico fenómeno social, ya
que partiendo de lo colectivo, ese sentimiento de risa se comunicó y trasladó a
todos y cada uno de los individuos presentes. La risa surge del grupo y no de un
individuo. La moda es otro de los ejemplos utilizados en su obra. También cita
a las corrientes de opinión que llevan a los individuos ya sea al matrimonio, o
como estableció en otra de sus obras, al suicidio.
Aparece aquí el concepto de Institución,
construido con todas las creencias y todas las formas de conducta instituidas
por la colectividad y afirma que por lo tanto, la Sociología podría definirse
como la ciencia de las instituciones, establece el nacimiento de esta
disciplina como ciencia, al momento que se acepta que los fenómenos sociales,
sin ser materiales, son no obstante cosas reales que permiten su estudio, son
definidos, tienen una manera constante de ser y son de naturaleza no
dependiente del arbitrio individual.
Durkheim, escribe “Las reglas”, conciente que
poco o nada se había hecho hasta entonces en el campo de la metodología
sociológica, mencionando la omisión que Spencer hace del tema, que algo
encuentra en Mill, pero centrado
únicamente en su preocupación reductora de manejar su crítica a Comte, quién, éste si algo trata
de la materia en su Curso de Filosofía Positiva.
Su respuesta contundente, sacudió el ambiente
académico de la época, de lo cual es muestra suficiente cuanto tiempo y
espacio dedicó el maestro a responder críticas
en el prólogo a la segunda edición de la obra.
Centraremos un tanto nuestra avenida de análisis en este espacio prólogo a la
segunda edición, tanto por razones de método para atender a los objetivos y alcances de este
ensayo, como por la certeza de que en estas
explicaciones están sin duda alguna contenidas la mejor y más acertada
manera de ingresar al pensamiento de Durkheim, que a estas alturas conocedor de las críticas
y controversias que sus conceptos habían levantado construye todo un nuevo edificio argumental en defensa
desde el cual defenderse.
Ciertamente era conciente, de cuanto hería el
fuerte postulado antropocéntrico imperante en todo el pensamiento filosófico de
la época, al decir que a los hechos sociales
los entendía como formas de sentir, de
pensar y de obrar que presentaban la notable propiedad de existir fuera
de las conciencias individualmente consideradas , que los mismos están dotados
de un poder imperativo y coactivo que se impone al individuo sin considerar su
voluntad.
Partamos de su propia definición ya que es
allí en donde el propio Durkheim advierte que la misma contendrá todo lo
definido. Tanto en el espíritu como en la letra su idea está allí, solidamente
construida, explícita, abierta por supuesto a la crítica, de la cual nada que
sea humano puede ni debe evitar sustraerse, pero si que están allí disponibles
todos los elementos que permiten su abordaje
para ser analizada y sujetas a las reglas de la sana crítica.
Es así que expresa en su obra:
“Llamamos hecho social a todo
modo de hacer, fijo o no, que puede ejercer sobre el individuo una imposición
exterior; o también que es general en la extensión de una sociedad dada, al
mismo tiempo que posee existencia propia, independiente de sus manifestaciones
individuales.” Durkheim :39, 1987.
Es a partir de esta definición, que propone
como primera y más fundamental de las reglas de su método, y también una de las
más controvertidas y discutidas, como lo es su mandato de considerar los hechos
sociales como cosas, desde la cual y en el marco conceptual en que la ubica, no
hace lugar a concesiones, junto a su postura de que los hechos sociales son a
su vez reconocidos por la coacción que los mismos imprimen a los individuos,
que se debe ser en extremo cuidadosos en cuanto a su aproximación analítica, y
ya bastante advertidos hemos sido por el autor en cuanto a no dejarnos
arrastrar por un pensamiento vulgar de mero sentido común ya que de hacerlo irremediablemente caeríamos
en una trampa semántica que nos impediría aprehender el pensamiento y el
concepto que rodea y brinda protección y blindaje teórico a
las definiciones así formuladas y enunciadas.
En cualquiera de los dos conceptos ,que han
sido motivo de interminables discusiones y controversias en los ámbitos
académicos, -no estuvo ausente en su
momento y tampoco sorprende, del escenario de nuestro seminario, también movilizado a la discusión-, creando
interrogantes, produciendo cuestionamientos, dejando también abiertos los
paréntesis de dudas e incomprensión, que a no dudar fermentarán en reflexiones
que son las que acompañan el trabajo intelectual fecundo.
A modo de Resumen.
Las Reglas no se agotan en los análisis
anteriores, si bién estos constituyen la parte considerada medular de la obra y
a las cuales por tanto hemos dedicado hasta aquí todo el énfasis. Pasaremos
ahora a un análisis general de la obra,
deteniéndonos en breves comentarios sobre cada una de las fases en las cuales
entendemos que nuestro autor metodológicamente dividió su obra.
·
Tratar
los hechos sociales como cosa, de lo cual ya hemos intentado una suficiente
aproximación, por ser el eje del
contenido epistemológico del pensamiento y de la obra. Agregamos que se
advierte detrás de esta regla un esfuerzo de Durkheim por darle a la ciencia
social, el método de las ciencias positivas, lo que algunos autores llaman
racionalismo científico. Tenía claramente en mente, lo difícil de aprehender
del objeto de estudio, lo cual obligaba
a extremar la rigurosidad a través del método empírico y el objetivar. En
definitiva de esto se trata su intención de pasar de la filosofía, calificada
como social a una ciencia social.
·
También se ocupa y se extiende en comentarios
y apreciaciones en cuanto a defendernos
de la tentación y el peligro de las nociones vulgares o prenociones. Podríamos
decir que su discurso es categórico en cuanto a que sin reflexión crítica,
aplicada según métodos y ceñidos a estos en forma permanente, son las bases de
la ciencia. Su reflexión en este sentido partía del aserto que los hombres no habían esperado a los
científicos sociales para reconocer de una u otra forma los fenómenos sociales
dentro de los cuales desarrollaban su existencia.
·
No
deja de advertir y poner en alerta en cuanto al estado de permanente vigilia,
de vigilancia epistemológica constante en que deben permanecer los
investigadores sociales, ya que es muy grande la tentación de creer que se está
en presencia de fenómenos obvios, fáciles de comprender y por lo tanto fáciles
de explicar. Sus consejos se sintetizarían en su llamamiento a la práctica de
la extrañeza, el escepticismo como marco de propuesta, una postura mental de
ignorancia metódica, son las herramientas que deben estar siempre disponibles y
atentas ante los cantos de sirena que representan la ilusión del saber que a
veces parece estar facilmente disponible y próximo. En esta etapa de su obra
Durkheim insiste en definir en forma totalmente específica el tipo de fenómenos
que se va a estudiar. Si se logra la objetividad necesaria, la definición se referirá
no a las ideas que tenemos del fenómeno, sino a las propiedades que podamos
aislar y que son observables e inherentes a los mismos. Aparece aquí su
conocido análisis tomando al delito como tema. En forma crítica se hace el
planteamiento si esta regla no padecerá de error en si mismo ya que si un
crimen es definido o descripto como el acto que una vez consumado acarrea una
sanción, un castigo que ya está predeterminado, pareciera ser que se esta definiendo al delito en vista al
concepto de la pena que se aplicará por la conducta desviada. Ante esto
Durkheim es categórico al establecer que
no es función de la definición explicar el fenómeno, ni descubrirlo en sus
rasgos esenciales. Se trata de establecer un primer contacto con las cosas
desde la observación de lo externo:
“Ciertamente no es la pena, la que hace al delito, pero es gracias a ella
que el delito se revela como exterior a nosotros, de modo que es necesario que
debemos partir de ella si queremos
llegar a comprender.”Durkheim, E., 1987:64
·
También
se detiene con acierto en el problema que al método puede depararle los sesgos
del investigador, durante todo el proceso en el cual se va en forma sistemática
y a través de la observación configurando el archivo de datos. Durkheim era
conciente de que en el proceso intervenían
el observador y sus sentidos, y por lo tanto cargado de las
subjetividades de este, lo cual podía contaminar los resultados. Su pretensión
consistía en advertir que debe separarse al momento de la observación, para
salvaguardar su objetivad sociológica, al hecho social de cualquier otra
manifestación individual.
Conclusiónes:
Estas no pueden sustraerse a las que el
propio Durkheim elaborara para sus “Reglas”, y es desde allí desde donde llega rotundo su discurso en la formulación y
afirmación de sus ideas.
Son a su juicio los caracteres innegociables
de su método:
·
Ante todo su independencia de “toda filosofía”:
“Como
la sociología ha nacido de las grandes doctrinas filosóficas, conservó el
hábito de apoyarse en cierto sistema, con el cual por eso mismo se solidariza.
De ahí que haya sido sucesivamente positivista, evolucionista o espiritualista,
cuando en realidad debe contentarse con ser sociología a secas.” Durkheim: 151.
Expande este concepto llevándolo a determinar
su juicio respecto a que lo sociología no debe tomar partido alguno entre las
grandes hipótesis que dividen a los metafísicos, reclamando si, en otro de los
pilares fundamentales de su pensamiento que el principio de causalidad se
aplique a los fenómenos sociales. No desconoce así mismo, que es de interés de la propia disciplina
filosófica esta división, tales desprendimientos no harán sino bien a ambas.
·
Dice luego, que su método es objetivo, que se subordina
totalmente a la idea de que los hechos sociales son cosas y como tal deben ser
tratados.
“Hemos
demostrado de que modo el sociólogo debe desechar sus preconceptos acerca de
los hechos, para afrontar los hechos mismos, como debía reclamarles el medio
que permitiría clasificar a los propios hechos en sanos y en mórbidos [...]Pues
una vez experimentamos el sentimiento de que estamos en presencia de cosas, ni
siquiera se nos ocurre explicarlas mediante cálculos utilitarios o razonamientos de ningún tipo. Comprendemos
muy bien la distancia que hay entre tales causas y tales efectos. Una cosa es
una fuerza que sólo puede ser engendrada por otra fuerza”” Ibidem: 153,154.
·
Por último nos
conduce Durkheim, dentro de este perfecto razonamiento, al lugar en donde nos
persuade de que si consideramos a los hechos sociales como cosas, no olvidemos
que se trata de cosas sociales.
“El
tercer rasgo característico de nuestro método consiste en que es exclusivamente
sociológico[...]hemos demostrado que un hecho social puede explicarse
unicamente mediante otro hecho social[...]por consiguiente, la sociología no es
el anexo de ninguna otra ciencia; es a su vez una ciencia diferenciada y
autónoma y el sentimiento de lo que tiene de particular la realidad social es a
tal extremo necesario para el sociólogo, que únicamente una cultura
especialmente sociológica puede prepararlo para comprender los hechos
sociales.” Ibidem: 154.
Durkheim, nos pone de frente a una
disciplina, la Sociología, a la cual concibe como una ciencia objetiva que se
fundamenta en torno a una teoría del hecho social, al cual y al dotarlo de las
condiciones necesarias para el objeto de estudio de la sociología como ciencia,
que estos: los hechos sociales se distingan claramente de los objetos de
estudios de otras ciencias, o sea que esté dotado de especificidad con respecto
a aquella, en la misma senda de razonamiento, tiene que tener la cualidad de
ser observable y por lo tanto explicable, fórmula que es de rigor en las
restantes ciencias y en su relación con sus objetos de estudio.
De tales requisitos, se producen sus
controvertidos y quizás los conceptos mas identificados con su pensamiento:
El de considerar a los hechos sociales como
cosas, y la característica de estos de ejercer coacción sobre los individuos.
Producto como somos de lecturas antropológicas, no nos es extraño
sentirnos cómodos y a gusto, próximos a la construcción intelectual de Durkheim,
recogida luego por sus discípulos, entre ellos la figura de su sobrino
Marcel Mauss con su teoría del hecho social total y su idea del don: ese espacio dentro del cual
circula el quehacer humano, el dar, el
recibir, el devolver, tan caro a los que vemos en la Antropología Social, una
disciplina pendiente y ansiosa del hombre en su diversidad, con la
tozuda intención de buscar espacios donde
su voz y opinión importen,
observando participante el escenario
cada vez más complejo en donde la especie
debe encontrar y aplicar las estrategias mejores de supervivencia que sean las adecuadas
al vivir y sobrevivir de la misma en
justas condiciones, en donde no existe determinismo alguno que impliquen la existencia de dominantes y
dominados, en donde estos realmente son depredados por aquellos.
La Antropología social, tiene suficientes
elementos para analizar con justeza, colaborar emitiendo su opinión respecto a como la vida social y por lo tanto los hechos sociales no
necesariamente constituyen una situación de sometimiento de unos por otros,por
el contrario, conoce y sabe que en la justa distribución de los recursos los
grupos tradicionales, encontraron generalmente la armonía de la convivencia.
Dentro de estas apreciaciones finales, no
queremos obviar referirnos a lo que nada
tiene de casual ni debe sorprendernos, que una figura destacada del pensamiento
social contemporáneo en general y de la Antropología Social en particular,
compatriota de Durkheinm y nos referimos a Claude Lévi-Strauss, en su clase
inaugural en el Colegio de Francia en 1960, en el ejercicio de la recientemente
creada cátedra de Antropología Social(1958), haya privilegiado una y otra vez
en su discurso la importancia capital de Durkheimn, asignándole en su persona
el mérito a Francia de ser la pionera fundacional de la Antropología social
moderna en Europa y así se refiere en la Introducción a su clásica obra
Antropología Estructural:
“Pero
no sorprenderá, que Durkheimn ocupa en esta lección un lugar mas importante; el
encarna lo esencial de lo que fue la contribución de Francia a la Antropología
Social, a pesar de que su aniversario-celebrado brillantemente en numerosos
paises extranjeros- haya pasado entre nosotros casi inadvertido y no haya
tenido lugar todavía ninguna ceremonia oficial[...] no me desmentirán si
recuerdo que alrededor de 1935, cuando nuestros amigos brasileños querían
explicarnos las razones que los habían llevado a elegir misiones francesas para
formar sus primeras universidades, citaban siempre dos nombres: primero , sin
duda el nombre de Pasteur, y después , siempre el de
Durkheimn.”Levi-Strauss,C., 1968: XXII.
Estudiante proveniente de la Antropología Social, me permito
terminar este sencillo ensayo de aproximación a las Reglas del Método
Sociológico y a un intento de respuesta a la interrogante planteada de que es
un Hecho Social en la visión de Durkheim citando el mismo homenaje que
Lévi-Strauss le realiza al dedicarle su libro ya citado:
“Como
este libro aparece en 1958, año del centenario de Emile Durkheimn, se le
permitirá a un discípulo inconstante ofrecerle en homenaje a la memoria del
fundador de L¨Année sociologique; prestigioso taller donde la etnología
contemporánea recibió una parte de sus armas y que hemos entregado al silencio
y al abandono, menos por ingratitud que por el triste convencimiento de que la
empresa excedería hoy nuestras fuerzas.” Levi-Strauss,
ibidem.
·
BIBLIOGRAFÍA.
Durkheim, Emile, 1987, LAS REGLAS DEL METODO
SOCIOLÓGICO, Editorial La Pléyade, Buenos Aires.
Levi-Strauss, Claude, 1968, ANTROPOLOGÍA
ESTRUCTURAL, Eudeba, Buenos Aires.
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